Al igual que el cigarro electrónico puede contener químicos como nicotina, glicerina vegetal y glicol de propileno entre muchos otros, que pueden causar daños en el organismo. La enfermedad pulmonar severa que ha afectado a cientos de personas en EEUU es apenas un ejemplo de su potencial peligro.
Contienen tanta o más nicotina o marihuana que los cigarrillos tradicionales. Incluso con los e-cigars puedes comprar cartuchos adicionales o algunos que sean extra fuertes lo que aumentaría la cantidad que se ingiere de estas sustancias, dicen expertos del hospital Johns Hopkins.
No hay evidencia científica que apoye la idea de que son una buena herramienta para dejar de fumar. Un estudio reciente determinó que la mayoría de las personas que los usaban para dejar de fumar, terminaban usando ambos tipos de cigarrillos. Es preferible usar la Terapia de Reemplazo de Nicotina (NRT), en forma de parches o chicle, que no lleva la nicotina directamente a los pulmones, como sí ocurre con los cigarros electrónicos.
Con los cigarrillos electrónicos, las otras personas inhalan de forma secundaria el vapor que emanan estos dispositivos.
La misteriosa enfermedad pulmonar severa asociada al uso de los cigarrillos electrónicos es apenas una muestra del potencial daño que pueden ocasionar estos dispositivos que, erróneamente, se han mercadeado como seguros. Además, muchos de ellos contienen sustancias como nicotina que -se sabe- generan problemas importantes de salud.