Qué es y cómo se utiliza la copa menstrual
Su uso puede resultar desafiante al principio
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La copa menstrual es un recipiente de silicona o látex que se introduce en la vagina y recoge la menstruación. A diferencia de los tampones o compresas, que absorben la sangre, la copa la acumula. Tras 12 horas como máximo es necesario sacarla, vaciar el contenido en el inodoro y limpiarla con agua (con las manos previamente lavadas con jabón). Al final del periodo es necesario hervirla.

Puede ser desafiante colocar la copa menstrual las primeras veces. El primer paso es doblarla, algo que se puede hacer de diferentes maneras, como puede verse en este video o en este otro. Una vez bien colocada, puedes hacer de todo: nadar, correr y, por supuesto, orinar.

La opción más económica
Son reutilizables y duran hasta 10 años
AP Photo/Krysta Fauria

El nuevo estudio también analiza el costo de las copas menstruales. En algunos países, cuestan menos de un dólar y son de un 5% a un 7% más caras que una caja de 12 toallas o tampones. En los países más ricos, algunos modelos pueden costar hasta 40 dólares (es el caso de Diva Cup, por ejemplo, que se vende en CVS). Si se tiene en cuenta que se pueden volver a usar y duran hasta diez años, son la opción más económica con enorme diferencia.

Los 38 años como media de menstruación, entre tampones y compresas, ropa interior, medicación y otras necesidades, suponen un desembolso de 18,000 dólares a lo largo de la vida, de acuerdo con algunos cálculos.

"Estos resultados muestran que las copas pueden ser una opción segura y económica para las mujeres", dijo Julie Hennegan, especialista de la salud pública en Reino Unido, en un comentario que acompaña al estudio publicado por The Lancet Public Health.

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Un poco de historia
Algunos modelos datan de 1930
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Aunque la copa menstrual lleva décadas en el mercado —algunos modelos comerciales datan de los años 30— no es tan popular como las compresas sanitarias o los tampones. O no lo era hasta ahora. Este artículo tenía reputación de causar problemas de salud y ser incómodo, pero ambas alegaciones quedan desmentidas en el presente estudio. Otras mujeres creen que es inapropiada por razones culturales o religiosas.

El síndrome de shock tóxico
La copa menstrual no representa más riesgos que los tampones
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El estudio no encontró pruebas de que la copa menstrual suponga un riesgo mayor de infección que los otros métodos. Encontró cinco casos de síndrome de choque tóxico menstrual, pero este riesgo no es más elevado que el de los tampones. El problema es que se desconoce el número de usuarias de copas menstruales, por lo que no se pueden hacer comparaciones de riesgo de síndrome de shock tóxico entre copas menstruales, tampones o el diafragma intravaginal. "Aunque las copas menstruales se fabrican y están disponibles a nivel mundial, no se mencionan comúnmente en los sitios web que ofrecen materiales educativos sobre la pubertad para niñas", aclara el estudio.

El síndrome del choque tóxico, que puede producirse si un tampón (o una copa menstrual) se mantiene dentro del cuerpo durante demasiado tiempo, es real aunque poco frecuente. La infección se produce, como advierten en sus instrucciones las marcas de tampones, cuando las bacterias, normalmente benignas, empiezan a reproducirse de forma masiva. Ocurre en contadas ocasiones (se estima que una de cada 100,000 mujeres lo sufre), pero aun así conviene cambiarse a menudo la protección que se esté usando.

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Combatir la pobreza menstrual
La falta de tampones o compresas puede suponer un problema grave de salud
Compresas sanitarias biodegradables son desinfectadas en Kampala, Uganda. La higiene menstrual es un problema (y muchas veces un tabú) en muchas zonas de África. AP Photo/Stephen Wandera

Comprar tampones y compresas cada mes puede ser un lujo para muchas mujeres y convertirse en un grave problema de higiene y salud, provocar absentismo escolar o reclusión en espacios privados. Es lo que se llama pobreza menstrual, que en algunos lugares (es el caso de Escocia) se combate ofreciendo gratis tampones y compresas a las estudiantes de instituto y mujeres con pocos recursos.