En otra época anterior a Facebook o Instagram, los ingleses eran famosos por su hora del té, un descanso poco menos que sagrado. Los suecos han mantenido esta costumbre y, de hecho, practican esta pausa dos veces al día.

A media mañana y a media tarde dejan sus pantallas o lugares de trabajo para compartir con otros compañeros un café o fika. Los directivos animan a los empleados con esta práctica, ya que ayuda a que se conozcan unos a otros y mejoren las relaciones en la empresa.

El kintsugi es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Este arte japonés parte de la base de que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así, al poner de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto. Más allá de los objetos, el kintsugi es relevante aquí porque se refiere a la capacidad de reconocer y estar orgullosos de las cicatrices que deja la vida porque, como decía el poeta Rumi, "la herida es el lugar por donde entra la luz".

El kintsugi transmite algo diametralmente opuesto a la manera occidental de ver las fracturas. El objeto roto no deja de servir, ni se desecha. Al revés, su función se transforma en otra. La herida pasa de ser un trazo de oscuridad a ser una ventana de luz.

Fiero se traduce como el orgullo justificado que sientes hacia esos logros que tanto te has afanado en conseguir. La palabra se refiere, según Lomas, a esos momentos en los que uno es consciente de su potencial, más que a la celebración de lo conseguido en sí mismo.

La palabra no tiene las connotaciones que a menudo relacionamos con orgullo. Es decir, aquí no entra en juego la vanidad. Si consigues acabar esa maratón para la que llevas un año preparándote, lo que sientes es fiero.

Mudita es una de las cuatro cualidades del amor, según las enseñanzas budistas. Se trata de desarrollar la disposición de celebrar los logros de otros, en lugar de tener envidia. Mudita es una fuente de felicidad por excelencia ya que amplía nuestro rango de posibilidades de regocijo.

Un ejemplo obvio es la felicidad que muchos de nosotros sentimos cuando asistimos a la boda de un familiar o amigo. Su opuesto también tiene un nombre (y también es muy común sentirlo, desafortunadamente): Schadenfreude, una palabra del alemán que designa el sentimiento de alegría o satisfacción generado por el sufrimiento, infelicidad o humillación de otro.

He aquí el sueño dorado de los insomnes. Esta palabra danesa literalmente significa "frescura en la mañana", y se refiere a la sensación de levantarse después de haber pasado una noche muy reparadora. Disfrutar de los rayos de sol que se cuelan por la ventana y el canto de los pájaros, y de nuestra energía a tope: eso es Morgenfrisk.

Lo llamamos amor a primera vista o flechazo, pero la frase japonesa va más allá. Significa literalmente "un flash intuitivo al conocer a alguien nuevo", y la certidumbre de que este amor es inevitable.

Eudaimonia, un término griego comúnmente traducido como felicidad o bienestar, también alude al "florecimiento humano" o prosperidad. Etimológicamente, se compone de las palabras "eu" (bueno) y "daimon"(espíritu). En las obras de Aristóteles, la eudaimonia (basada en la tradición griega antigua) se utilizaba como término para definir el mayor bienestar humano.

"Si has vivido en Italia", escribe Lomas, "quizá te hayas maravillado de una maravillosa escena al atardecer: la gente paseando tranquilamente, quizás incluso sin un destino específico en mente, simplemente con el objetivo de disfrutar de una templada tarde mediterránea. Estos son los placeres de la passeggiata". No exclusiva de Italia, por supuesto, puede practicarse en cualquier lugar del mundo, pero el nombre procede de allá.