Estudios como este, elaborado por científicos de las universidades de Princeton y California, prueban que los estudiantes que escriben a mano responden mejor cuando se les pregunta después por los temas sobre los que han tomado notas.
La explicación: la computadora permite ir más rápido, pero la rapidez no lo es todo. Con el teclado predomina la tendencia a escribir frases textuales, mientras que con los apuntes a mano exigen procesar la información y reformularla con palabras propias, lo que contribuye en gran manera a su aprendizaje. Además, ofrecen mucha más soltura para usar flechas, líneas o dibujos, incluso.
Estudios anteriores se centraron en otro gran problema cuando se utilizan artículos digitales: la tendencia a distraerse y al multitasking.
Entre otras ventajas de escribir a mano, algunos estudios apuntan a la mejor retención a largo plazo de la información, mejor organización del pensamiento (ayudan, como decíamos, las flechas, garabatos o lo que a cada uno se nos ocurre para plasmar eficazmente los conceptos), o mayor capacidad para generar ideas nuevas.
¿Por qué? Aunque hay diferentes teorías, la que parece más probable es esta: cada letra de cada palabra exige una acción precisa y diferente. En cambio, al escribir en un teclado, la acción para cada letra es siempre la misma: presionar un botón (o un sitio en una pantalla). El esfuerzo mayor que representa la escritura manual de cada signo hace que también sea más profunda la huella que esa escritura deja en el cerebro, una huella que parece ser fundamental al momento de aprender cosas nuevas.
Los niños del Antiguo Egipto se llevaban a casa los deberes de la caligrafía. ¿Qué pasará en el futuro? En EEUU, los requisitos para aprender cursiva dejaron de formar parte del currículo obligatorio en 2013. Y Finlandia, cuyo sistema educativo se reconoce como uno de los mejores del mundo, decidió recientemente dejar la cursiva en un segundo plano.
Sin embargo, estudios como este de la Universidad de Washington muestran que la escritura en cursiva activa partes diferentes del cerebro. Otros parecen indicar que la escritura manual facilita la adquisición de la lectura en niños pequeños. Además, es crucial en la evolución de la motricidad fina.
La información que contienen los textos y diarios escritos a mano va mucho más allá de las meras palabras. Algunos son auténticas obras de arte, como los manuscritos en los que Lewis Carroll concebió Alicia en el país de las maravillas.
Por otra parte, en esta era de incesantes mensajes y constantes actualizaciones, una carta a mano es una llamada de atención que probablemente se mantendrá en el tiempo. Mientras que a todos esos mensajes y tuits se los llevará el viento, la carta suele ir a parar a la caja de zapatos para convertirse con frecuencia en un recuerdo valioso.
Como dice la calígrafa profesional Margaret Shepherd: "es una delicia ver la tinta en un papel hermoso. Buscar un sello, frenar y darte cuenta de que has dado las gracias o consolado a alguien de la mejor manera posible".
El software de reconocimiento de voz (como Siri, de Apple; Alexa de Amazon o Cortana, de Microsoft) podría reemplazar la necesidad de teclado algún día (los más puristas esperamos que muy lejano).
A modo de prueba sirva este mismo párrafo que está escrito utilizando la nueva herramienta de reconocimiento de voz de Google Docs que funciona bastante bien aunque todavía no sabe poner comas como puedes observar.