Los expertos en seguridad de los automóviles coinciden en que el hidroplaneo tiene más posibilidades de ocurrir a velocidades superiores a las 35 millas por hora, por lo que la recomendación es bajar la velocidad tan pronto como las primeras gotas de lluvia comiencen a caer sobre el parabrisas de tu vehículo. Siempre es más seguro conducir entre 5 y 10 millas por debajo del límite de velocidad, o incluso más lento cuando hay tormentas severas y fuertes ráfagas de viento. La aceleración repentina en las carreteras mojadas te pone en mayor riesgo de hidroplanear.
Mantener las llantas bien balanceadas puede evitar el hidroplaneo en las carreteras mojadas. Los expertos recomiendan hacerlo cada 7,000 o 10,000 millas recorridas. Para los conductores que viven en zonas con tormentas frecuentes, es importante elegir unas llantas que sean adecuadas para este tipo de clima. Si tus llantas están muy lisas o han perdido el dibujo, las posibilidades de que tu vehículo derrape en las carreteras mojadas aumentan dramáticamente.
Los expertos recomiendan nunca usar la opción de control de crucero (cruise control) cuando se maneja bajo la lluvia, ya que si tu vehículo comienza a hidroplanear, primero tendrías que desactivar esta función en tu automóvil para después intentar estabilizarlo. Esta acción podría quitarte segundos valiosos en una situación peligrosa causada por el pavimento mojado.