Moise era un empresario poco conocido del norte de Haití con experiencia política limitada al momento de ser elegido por el presidente anterior, el extravagante músico Michel Martelly, como candidato por el partido Tet Kale. Moise fue declarado ganador en los comicios de 2015 con una pluralidad de votos entre una amplia gama de aspirantes, pero los resultados fueron desechados por sospechas de fraude. Después de una nueva elección, asumió la presidencia en febrero de 2017 con la promesa de fortalecer las instituciones, combatir la corrupción y crear empleos.
Su gobierno estuvo plagado de violencia, apagones generalizados y escasez de alimentos, situaciones que empeoraron con la pandemia. Comenzó a gobernar por decreto en enero de 2020 después de que se postergaron las elecciones parlamentarias, lo que desató un creciente descontento y acusaciones de que se volvía cada vez más autoritario.
En las primeras horas del 7 de julio, hombres armados, entre los que presuntamente había exmilitares colombianos, lo asesinaron a disparos dentro de su residencia sin herir a ningún miembro del equipo de seguridad del mandatario.
Joseph es el primer ministro interino de Haití y estaba a punto de ser reemplazado al momento del magnicidio. Joseph fue designado al cargo en abril tras la renuncia de Joseph Jouthe, quien permaneció en el puesto durante poco más de un año. Dos días antes del asesinato, Moise anunció que había seleccionado a un nuevo primer ministro, el neurocirujano Ariel Henry. Sin embargo, el nuevo primer ministro no fue juramentado al cargo antes del asesinato del presidente.
Después del homicidio, Joseph anunció que se desempeñaría como primer ministro interino y declaró un “estado de sitio” en el país, similar a una ley marcial. Henry asegura que él debería ser el primer ministro, ya que esa era la intención que había expresado Moise.
Estados Unidos ha reconocido a Joseph como primer ministro interino, pero una delegación de funcionarios estadounidenses también se reunió con Henry y con el senador Joseph Lambert, quien preside al desmantelado Senado haitiano, el cual no está en operaciones debido a que los mandatos de los legisladores expiraron sin que se realizaran nuevas elecciones. Lambert también aspira a estar al frente del gobierno de Haití.
Funcionarios de Estados Unidos señalan que quieren que se realicen elecciones, las cuales habían sido programadas para septiembre.
Sanon, un doctor, pastor y empresario nacido en Haití y que ha residido en Estados Unidos durante varios años, ha sido detenido como sospechoso en el complot para asesinar a Moise. Asegura que ha realizado obras de caridad en Haití, donde también ha sido dueño de varios negocios. En un video publicado en YouTube en 2011, expresó su deseo de ser presidente del país, y acusó de corrupción a sus gobernantes.
Después del arresto de Sanon, el jefe de la policía nacional, Léon Charles, señaló que éste voló a Haití en junio a bordo de un avión privado y con un equipo de seguridad privada con el objetivo de apoderarse de la presidencia.
Charles señaló que después de que Moise fue asesinado, uno de los sospechosos le llamó por teléfono a Sanon, quien posteriormente se puso en contacto con dos personas que se cree que fueron los autores intelectuales de la operación. El jefe policial no los identificó ni dijo si la policía sabe quiénes son.
Amigos de Sanon se han mostrado escépticos de que esté involucrado en un plan violento. No parece que Sanon, quien ha dirigido una serie de negocios fallidos en Estados Unidos y se declaró en bancarrota en 2012 —además de ser prácticamente desconocido en los círculos políticos de Haití_, tenga los recursos o el respaldo político para llevar a cabo la operación.