El senador demócrata Mark Kelly lleva una ligera delantera en las encuestas frente al republicano que lo desafía, Blake Masters. También en cuanto a recaudación de fondos, el demócrata sostiene una ventaja sobre el republicano.
Kelly es exastronauta y esposo de la exrepresentante de Arizona Gabby Giffords (una activista a favor de la regulación de las armas luego de haber sufrido un ataque con armas de fuego). Tras ganar una elección especial en noviembre de 2020 (por el escaño del fallecido senador republicano John McCain), Kelly se consagró como el segundo senador demócrata de este estado en 25 años después de la victoria en 2018 de la senadora demócrata, Kyrsten Sinema.
Masters, por su parte, es un aspirante que viene del mundo de las inversiones de capital de riesgo y que ocupó puestos de liderazgo en la organización y la empresa del multimillonario Peter Thiel (empresario conservador, cofundador de PayPal) desde 2015 hasta este año. Masters fue apoyado por el expresidente Trump y se presenta como un candidato 'anti establishment' que ha centrado su campaña en cuestiones de seguridad.
Arizona es un estado que supo ser sólidamente republicano, pero que desde hace algunos años en cada elección se ha transformado en un campo de batalla en el que republicanos y demócratas invierten enormes cantidades de energía y dinero para ganar. Trump se quedó con Arizona en 2016 con una ajustada victoria, mientras que Biden ganó -también con poca diferencia- en 2020.
Este fue uno de los estados en que Trump y sus aliados centraron esfuerzos para revertir el resultado en las elecciones de 2020.
El demócrata John Fetterman tiene una muy ligera ventaja en las encuestas frente a su contendor, el republicano Mehmet Oz. Ambos pelean por el puesto que el senador republicano saliente Pat Toomey (republicano) deja vacante al no buscar la reelección.
Fetterman es el vicegobernador de Pennsylvania, puesto al que fue elegido por amplio margen en 2018 en la fórmula junto al actual gobernador demócrata, Tom Wolf. En mayo, Fetterman sufrió un derrame cerebral que lo dejó fuera de campaña por meses. En las últimas semanas, ha aumentado sus apariciones públicas para las que ha tenido que servirse de teleprompter como soporte para responder. En la recta final, su campaña se centró en mostrar su rápida recuperación y su médico presentó un parte días atrás indicando que Fetterman está en condiciones de trabajar mientras continúa reponiéndose.
Del otro lado, está Oz, un cirujano presentador del TV del programa The Dr. Oz Show sin experiencia en puestos políticos y quien recibe el apoyo del expresidente Trump. El médico ha sido criticado por la campaña de Fetterman, así como por expertos académicos por dar consejos médicos dudosos y promocionar supuestas soluciones médicas sin base científica en su programa.
Fetterman dijo en un comunicado: "Dr. Oz no es solo un farsante... es un estafador malicioso. Durante dos décadas... ha montado un espectáculo para las cámaras, diciendo cualquier cosa que lo beneficie personalmente, sin importar quién salga lastimado”. Mientras, la campaña de Oz ha tratado de retratar a Fetterman como un político sin 'mano dura' contra el crimen y sembrando dudas sobre su salud tras el derrame cerebral.
Si bien Fetterman lidera, la brecha entre ambos se ha reducido recientemente, según los últimos sondeos.
Pennsylvania es una de las carreras más competitivas de esta contienda y los demócratas la consideran como una de las mejores oportunidades para capturar un escaño hasta ahora en manos republicanas.
Es uno de los estados péndulo más importantes con ambiguos resultados para ambos partidos: de los dos senadores que tiene, uno es republicano y el otro demócrata y el gobierno estatal es demócrata. Trump ganó en 2016 por menos del 1% de los votos, mientras que Biden ganó en 2020 por poco más del 1%.
El senador Marco Rubio y la congresista Val Demings, exjefa de policía de Orlando, se encuentran en una reñida contienda por el Senado, con encuestas que muestran a Rubio con una ventaja que ronda los cinco puntos porcentuales.
Rubio, de 51 años, que en su día fue visto como una joven estrella republicana en ascenso, ha perdido parte de su brillo, especialmente tras haber sido humillado por Trump en 2016. Aunque no se unió a la campaña de Trump para anular las elecciones de 2020, Rubio se ha convertido en un leal partidario del expresidente.
Demings, que aspira a convertirse en la primera senadora negra del estado, ha acusado a Rubio de no hacer lo suficiente para apoyar las leyes de control de armas para evitar los tiroteos en las escuelas, como el sucedido en la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland en 2018.
Rubio, un cubano-americano del sur de Florida, puede contar con un sólido apoyo de la gran población hispana de Miami, mayormente cubanos, que son más conservadores que los puertorriqueños en el centro del estado. En general, los demócratas han mantenido históricamente una ligera ventaja con los hispanos, que representan el 17% de los votantes del estado, pero esa brecha se ha ido cerrando y los republicanos creen que podrían darle la vuelta a la tortilla en noviembre.
Si los republicanos ganan el voto hispano el 8 de noviembre, prácticamente aseguraría la victoria de Rubio en un estado que ha tenido tendencia republicana en las últimas tres décadas, aunque Barack Obama ganó aquí dos veces, en 2008 y 2012. Florida no ha elegido a un demócrata para la gobernación desde 1994, y desde 2012 para el Senado.
En las elecciones presidenciales de 2020, Joe Biden se convirtió en el primer candidato presidencial demócrata desde 1992 en ganar Georgia, y el partido también ganó los dos escaños en el Senado.
El pastor bautista Raphael Warnock fue elegido en una elección especial en 2020 y ahora busca la reelección para un mandato completo de seis años. Warnock es el pastor principal de la Iglesia Bautista Ebenezer de Atlanta, donde predicó el Dr. Martin Luther King Jr.
Durante su corta estancia en el Congreso, Warnock se anotó una importante victoria cuando su propuesta de limitar la insulina a 35 dólares para beneficiarios de Medicare fue aprobada en la Ley de Reducción de la Inflación.
Jerry González (de GALEO) dijo a Univision Noticias que Warnock ha captado a los votantes más jóvenes, y que aunque la economía es siempre una prioridad para los hispanos, factores como el aborto, "se han colado y se están considerando seriamente".
Su contrincante republicano, Herschel Walker, es un antiguo jugador de fútbol americano en un equipo que fue propiedad de Trump y que desde entonces se ha convertido en su amigo y aliado. Pero la campaña ha expuesto a Walker al escrutinio sobre acusaciones de violencia doméstica contra mujeres y señalamientos de que pagó a una exnovia para que abortara, a pesar de que él dice que se opone al aborto. Walker ha atribuido sus acciones a que se le ha diagnosticado un trastorno disociativo de la personalidad.
Los sondeos muestran una carrera ajustada entre los dos candidatos. La carrera también cuenta con un tercer candidato, del partido libertario, y si ninguno de los dos obtiene la mayoría se vería obligado a una segunda vuelta.
Según las encuestas, la senadora demócrata de Nevada, Catherine Cortez Masto está empatada con su contrincante republicano, Adam Laxalt.
Las encuestas parecen poner en cuestión si los demócratas están haciendo lo suficiente para mover el voto hispano en Nevada que son casi el 20% de los votantes elegibles. Pero los latinos se cuentan entre los más afectados por la economía poscoronavirus y la espiral inflacionaria.
Cortez Masto ganó su escaño en 2017 por un 2,4% para convertirse en la primera senadora latina de EEUU, ocupando el que era el asiento del senador Harry Reid, líder de la entonces minoría demócrata. Fue considerada como posible compañera de fórmula para la vicepresidencia de Biden en 2020.
El esfuerzo de los demócratas está siendo impulsado por el influyente Sindicato Culinario de Las Vegas, que está movilizando a cientos de miles de trabajadores de la hostelería.
Los demócratas también esperan que el reciente fallo judicial que dejó incierto el futuro del programa DACA, pueda motivar a votantes en el tema de inmigración, una causa defendida por Reid en el pasado, y también por Cortez Masto.
La senadora demócrata Maggie Hassan lucha por retener su escaño frente a su contendor, el republicano Don Bolduc. Si bien pronósticos y encuestas muestran a Hassan por delante, la demócrata ha ido perdiendo terreno en los sondeos.
Hassan asumió su puesto representando a New Hampshire en 2017 por una ajustada diferencia. Se presenta como una demócrata sólida, que apoya derechos reproductivos de las mujeres (un tema que según sondeos importa mucho a los electores de su estado) pero capaz de trabajar y dialogar con los republicanos en un clima de alta polarización.
Bolduc hizo campaña presentándose como un outsider y en las primarias ganó haciéndose eco de las falsedades de Trump sobre fraudes electorales. Pero al día siguiente de ganar, dio marcha atrás y dijo que en las presidenciales de 2020 ganó Biden.
New Hampshire es un estado que los demócratas deben ganar necesariamente si quieren mantener el control del Senado. Es un estado en que, desde 2004, los demócratas ganan en elecciones presidenciales. El actual gobernador es republicano, pero ambas senadoras son demócratas.
Encuestas muestran que muchos votantes en el estado creen que el aumento del costo de vida es un tema importante. Sin embargo, el problema del derecho al aborto, sacudido luego de que la Corte Suprema de mayoría conservadora revirtiera el fallo que lo hacía legal a nivel federal, está movilizando a los demócratas y a muchos votantes independientes.
La pelea en este estado es por el escaño que deja libre con su salida el republicano Richard Burr, quien desde 2005 ocupa el puesto y no busca la reelección. Eso hizo que la carrera sea abierta en un estado difícil. El representante republicano Ted Budd y la demócrata Cheri Beasley se enfrentan en una reñida contienda.
Beasley es la primera mujer negra en convertirse en la presidenta del Tribunal Supremo de su estado. Antes de eso, contaba con un largo historial como jueza en Carolina del Norte. Su campaña se ha centrado en dar un mensaje de lucha "para reducir los costos" de las familias "y ampliar el acceso a una atención médica asequible y de calidad" en Carolina del Norte.
Budd es un congresista que lleva tres periodos en el Congreso, elegido en 2016, 2018 y 2020. Fue respaldado por Trump y durante su campaña ha ido endureciendo su discurso conservador.
En las encuestas, ambos están casi igualados, aunque algunos sondeos y pronósticos han mostrado ligeras ventajas hacia Budd.
La última vez que Carolina del Norte eligió un senador demócrata fue en 2008. Trump ganó en este estado en las presidenciales de 2020 y de 2016, aunque por ajustadísimas ventajas. Carolina del Norte es considerado púrpura (mezcla de azul y rojo, los colores que representan a demócratas y republicanos): ambos senadores son republicanos y su gobernador, Roy Cooper, es un demócrata que además ganó la reelección en 2020 pese a que Trump ganó ese mismo año el estado en las presidenciales.
El republicano J.D. Vance y el demócrata Tim Ryan están empatados en la carrera al Senado de Ohio, según la mayoría de los sondeos.
Ryan ha realizado una fuerte campaña contra el candidato republicano en un estado que ha tendido a la derecha en las dos últimas elecciones presidenciales.
Ryan es un demócrata moderado y exaspirante presidencial, mientras que Vance es un novato en política más conocido como autor de un libro (y una película) centrado en la cultura de la clase trabajadora blanca de Estados Unidos, además de ser partidario del muro fronterizo de Trump.
En un debate celebrado este mes, Ryan arremetió contra Vance por estar demasiado cerca del expresidente y dijo que pasó de ser un destacado crítico de Trump a ser su adulador.
Según encuestas, el voto de las mujeres se inclina por Ryan y el de los hombres por Vance, lo que sugiere que el tema del aborto puede ser un factor en la reñida carrera. Cuando el senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, propuso una prohibición nacional al aborto después de las 15 semanas, Vance dijo que apoyaría el proyecto.
Ryan ha superado a Vance en la recaudación de fondos, pero grupos externos han ayudado al republicano a cerrar la brecha.
El actual senador Ron Johnson y el aspirante demócrata, el vicegobernador Mandela Barnes, están empatados en la contienda para el escaño en el Senado de Wisconsin.
Barnes sería el primer senador negro de Wisconsin y cuenta con el apoyo del expresidente Barack Obama, que ganó dos veces Wisconsin por amplios márgenes. Pero este es un estado que ha oscilado entre ambos partidos en las últimas elecciones.
Trump ganó en 2016 por menos de un punto y Biden ganó con un margen igualmente pequeño en 2020. La otra senadora del estado, Tammy Baldwin, es demócrata.
Barnes mantuvo una ventaja inicial sobre Johnson en las encuestas, pero el republicano se ha recuperado. Johnson ha pregonado las teorías conspirativas de la derecha en torno a las elecciones presidenciales de 2020 y las vacunas y remedios contra el covid-19.
El estado de la economía se ha convertido en la principal prioridad de los votantes, que favorecen a Johnson en ese tema por un amplio margen. Los demócratas han hecho campaña para proteger el derecho al aborto de las mujeres, que ocupa el segundo lugar entre las cuestiones prioritarias.
A pesar de que se considera que Barnes tiene mejor carácter e integridad, los dos candidatos tienen índices generales de favorabilidad casi iguales.
Barnes está a la cabeza entre las mujeres y los votantes más jóvenes, así como entre los votantes blancos con título universitario, según las encuestas, mientras que Johnson lidera entre los hombres, y votantes blancos sin título universitario.
El senador demócrata Michael Bennet se enfrenta a su contrincante republicano Joe O'Dea en un estado que puede tener resultados favorables para cualquiera de los dos partidos.
Las encuestas muestran sostenidamente ventajas para el demócrata, pero no enseñan un amplio margen como para que Bennet pueda dar por hecho su victoria.
Michael Bennet asumió el cargo por primera vez en 2009 y ahora busca ganar su tercer periodo en el Senado. Colorado es un estado favorable para el Partido Demócrata, en el que ambos senadores y el gobernador pertenecen a ese partido. Trump perdió en 2016 y en 2020.
Joe O'Dea, que dirige una empresa de construcción, hizo campaña presentándose como un republicano centrista que rompe con algunos temas claves del Partido Republicano, incluida su posición sobre aborto. Es precisamente su perfil menos radical y no identificado con Trump el que ha hecho que tenga mejores perspectivas en las encuestas de Colorado.