Lisa Montgomery es la primera mujer ejecutada por una decisión federal desde 1953.
En diciembre de 2004, Montgomery, de entonces 36 años, entró en contacto con Bobbie Jo Stinnett, una chica de 23 años y quien tenía ocho meses de embarazo, con el pretexto de querer comprar un cachorro que Stinnett había anunciado en línea.
Montgomery condujo hasta la casa de Bobbie en el noroeste de Missouri, donde la estranguló y le cortó el abdomen para extraerle a su bebé. Montgomery luego se fue a casa e intentó hacer pasar al bebé como si fuera suyo.
Antes de Lisa Montgomery, Bonnie Heady fue ejecutada por orden federal en una cámara de gas por el secuestro y asesinato de Bobby Greenlease, un niño de 6 años de Kansas City, Missouri, el 18 de diciembre de 1953.
Heady, con la ayuda de su cómplice y pareja Carl Hall, se llevó al niño de la escuela argumentando que era su tía, lo retuvo para pedir rescate a su familia y lo mató.
Fue la primera mujer ejecutada por secuestro, según los informes de la época.
El mismo año de 1953, el 19 de junio, Ethel Rosenberg fue enviada a la silla eléctrica después de ser declarada culpable de conspiración para cometer espionaje junto a su esposo Julius.
Ambos fueron declarados culpables de robar secretos del proyecto de bomba atómica de Estados Unidos para ayudar a la Unión Soviética.
La pareja fue acusada de proporcionar información ultrasecreta sobre radares, sonar, motores de propulsión a reacción y valiosos diseños de armas nucleares; en ese momento Estados Unidos era el único país del mundo con armas nucleares.
Fueron condenados por espionaje en 1951 y ejecutados por el gobierno federal de los Estados Unidos en 1953 en la instalación correccional de Sing Sing en Ossining, Nueva York.
Kelly Gissendaner fue la última mujer en ser ejecutada por una sentencia de una Corte estatal.
Gissendaner fue hallada culpable por una corte de Georgia de orquestar el asesinato de su esposo, Douglas Gissendaner el 7 de febrero de 1997.
En el momento del asesinato, Gissendaner tenía 28 años y su marido 30. Después de su condena y hasta su ejecución, Gissendaner era la única mujer condenada a muerte en Georgia.