Alfredo Hinojosa fue dueño de los clubes nocturnos OK Corral de Dallas, OK Corral de Fort Worth y los clubes de Far West, entre 2013 y 2016.
En 2021 fue declarado culpable por permitir la venta de droga en los baños de sus clubes nocturnos.
Durante el juicio, el Juez de Distrito Sam A. Lindsey usaba la palabra “mandamás” para referirse a Alfredo Hinojosa, quien el lunes 6 de junio fue sentenciado a 16 años de prisión.
El gerente general Miguel Casas y el promotor Martín Salvador Rodríguez de OK Corral también enfrentan cargos.
Ellos confesaron que sabían de la venta de droga y narcotraficantes dijeron que estos les permitían vender libremente dentro de los clubes, según la fiscalía.
Casas confesó a un oficial que no molestaría a los narcotraficantes, “siempre y cuando fueran discretos”.
Esto lo permitían porque consideraban que vender drogas en los baños era su “ventaja competitiva”, pues le atraería más clientes al club, dijo Chad Meacham, fiscal federal interino.
Tenía un “imperio de negocios”, así lo declaran los fiscales que llevaron el caso de Hinojosa, pues se estima que tuvo ganancias de $107 millones de dólares en sólo cuatro años.
Esto por la venta de droga en los clubes que incrementaron las ganancias de $9 a $12 millones de dólares, según la evidencia presentada en el juicio.
Hinojosa terminó acusado de delitos como administrar locales de drogas, conspiración para administrar locales de drogas y conspiración para poseer con la intención de distribuir cocaína. Recibió una multa de $120,000 dólares, fijada por el juez.
En la operación encubierta dentro de los clubs OK Corral y Far West había seis informantes que estaban bajo la supervisión de agentes del FBI.
Ellos compraron una bolsa de cocaína en los baños de los clubes.
Pero no fue todo, también instalaron cámaras y micrófonos secretos en la oficina de Hinojosa, con una orden de un tribunal y que les permitió obtener más evidencias.
Los micrófonos y cámaras captaron conversaciones donde se escucha a Hinojosa decir: “Necesitamos cocaína, hombre”.
Y se niega a detener la venta de drogas al asegurar “no podemos limpiarlo, porque después perderíamos el negocio”.
El gerente general, Miguel Casas, confesó a un agente que cuando se dieron cuenta que el negocio se estaba “derrumbando” fue que permitieron a los cadeneros reanudar la venta de drogas.
Y por esto las autoridades hablan de otros 30 implicados, entre cadeneros, guardias de seguridad y otros empleados presuntamente ligados a la venta de drogas dentro de los clubes nocturnos de Hinojosa.
Entre los 30 acusados hay dos exoficiales de la policía de Dallas: Eddie Villarreal y Craig Woods, ambos encontrados culpables.
El oficial Villarreal fue sentenciado a 30 meses de prisión federal por mentir a agentes federales sobre su papel al obstruir una investigación del FBI acerca del club nocturno.
Los agentes dicen que en 2014 Martín Salvador Rodríguez, llamó a Villarreal para comentarle que había agentes que lo seguían.
El entonces policía llegó en su patrulla a donde estaba Rodríguez y cuando vio que los agentes eran del FBI les dijo que pertenecía a la Policía de Dallas y que podría colaborar en la investigación.
El expolicía admitió después que nunca quiso ayudar al FBI, sino que buscaba información para dársela a Alfredo Hinojosa y sus colaboradores.