Se trata de un pequeño dispositivo que mide los niveles de oxígeno en la sangre sin necesidad de pinchazos. En pocos segundos, muestra en porcentaje el nivel de oxígeno en la sangre, que se denomina “nivel de saturación de oxígeno”, y el pulso.
Porque, tal y como explica la Asociación Torácica Estadounidense, cuando el nivel de oxígeno en la sangre es bajo las células de su organismo pueden tener dificultades para cumplir adecuadamente sus funciones. El oxígeno es la “gasolina” del cuerpo, y cuando le falta “gasolina” el cuerpo no funciona bien. Los bajos niveles de oxígeno también pueden repercutir sobre el corazón y el cerebro.
Por lo general, lo usan pacientes con condiciones crónicas respiratorias que usan suplementación de oxígeno en casa o atletas que a veces deben chequear sus niveles de oxígeno en sangre. Con la pandemia, miles de personas han decidido comprar uno, aunque esto no forme parte de las directrices oficiales de las agencias de salud.
“No hay un buen rol de un oxímetro de pulso para alguien que esté saludable y no tenga acceso a oxígeno de suplementación”, dice a Quartz, Jamie Garfield, vocero de la Asociación Estadounidense del Pulmón.
Aun así, algunos doctores lo recomiendan a pacientes diagnosticados con el virus que no están lo suficientemente enfermos como para ser hospitalizados. En esos casos, sería una herramienta útil para monitorear si hay un descenso y así ir más temprano que tarde a recibir ayuda médica. El médico de emergencia Richard Levitan explica al New York Times que los pacientes con covid-19 pueden experimentar un peligroso descenso de los niveles de saturación de oxígeno, incluso sin tener problemas respiratorios evidentes, caso en el cual monitorear los niveles de oxígeno en sangre regularmente puede ser útil.
Dicho esto, si no has sido diagnosticado con covid-19 ni sospechas tenerlo, “no es necesario”, aclara a The Guardian Shoshana Ungerleider, médico internista de Crossover Heatlh en San Francisco.
El aparato tampoco será de mucha utilidad si no conoces tus valores de saturación de oxígeno habituales, que pueden variar ligeramente de persona a persona. Sin esa información de referencia es difícil determinar si están por debajo de lo normal para ti.
Está a la venta sin receta médica en farmacias y otras tiendas. Cuesta aproximadamente entre 20 y 50 dólares.
La mayoría de las personas tendrá lecturas entre 95% y 98%, aunque quienes tienen condiciones preexistentes pueden tener un valor un poco menor. Si el número baja de 92% hay que llamar al médico.
En cuanto a la frecuencia cardiaca -otro valor que mide el oxímetro- suele oscilar entre 60 y 100 pulsaciones por minuto para los adultos.
Explica la Asociación Torácica Estadounidense que la mayoría de los oxímetros marca un 2% por encima o por debajo del nivel de saturación medido por la técnica más precisa que es la gasometría arterial. Por ejemplo, si en la lectura aparece 92%, en realidad está entre 90 y 94%.
Pero hay factores que pueden alterar la precisión de las lecturas como el esmalte de uñas, tener las uñas demasiado largas, las manos frías o mala circulación, así como si los niveles de oxígeno son demasiado bajos (menos del 80%).
Si la persona fuma, el oxímetro puede indicar un nivel de oxígeno más alto del real ya que el cigarrillo aumenta los niveles de monóxido de carbono en sangre y el oxímetro no distingue cuál de los gases es monóxido de carbono y cuál es oxígeno.
Para obtener una lectura lo más precisa posible -dentro de las limitaciones anteriormente mencionadas- hay que usar el oxímetro cuando la mano está tibia, relajada y posicionada por debajo del corazón. También es buena idea quitarse el esmalte de uñas.
Hay una ligera variación de lecturas dependiendo del dedo que se use. Lo más recomendable es usar el del medio o el índice.
En vista de que los niveles de oxígeno en sangre pueden variar a lo largo del día, lo ideal es medirlos varias veces al día y en distintas posiciones. Toma nota de las mediciones para compartirlas con tu doctor de ser necesario.
Primero asegúrate de estar usando una técnica de medició apropiada. Si baja a menos de 92% llama al médico, pero “no entres en pánico”, advierte un artículo del New York Times donde se explica que es más fácil elevar los niveles de oxígeno en sangre cuando están un poco más bajos de lo normal, que cuando están dramáticamente bajos.
Tener lecturas incorrectas sea por uso o por fallas en el dispositivo que te hagan buscar atención médica cuando en realidad no es necesario, o, por el contrario, tener una falsa sensación de seguridad. Nunca ignores tus síntomas, así tengas una lectura de saturación de oxígeno dentro de los parámetros normales. Si hay problemas respiratorios, fiebre muy alta o confusión, llama al médico.
La ventaja es poder detectar un declive en los niveles de oxígeno en sangre antes de que estos sean evidentes y ya hayan alcanzado un punto más peligroso.
Una manera de evaluarlo es medirte el pulso de forma manual (contando cuántas pulsaciones tienes por minuto), y ver el valor que indica el oxímetro.
No son fiables, concluyó un estudio que probó varias de ellas y cuyos resultados fueron publicados en el American Journal of Emergency Medicine.