El peso cubano convertible, conocido como CUC, que empezó a circular en la isla por primera vez en 1993, como un paritario nacional del dólar, dejará de circular este 1 de enero. Se queda la moneda oficial de Cuba, el peso cubano o CUP.
Actualmente, el CUC es una moneda de uso común y se usa indistintamente en la calle, tanto como el peso cubano, por lo que viene a ser básicamente un billete de 24 pesos.
La diferencia es que hasta ahora, los cubanos cobraban sus salarios en pesos cubanos, y en algunos casos unos pocos CUC de estímulo, pero compraban los principales bienes de consumo básico en tiendas en CUC. Este 2020 el salario medio en Cuba ha sido de unos 36 CUC al mes (879 CUP), que ahora serán 36 dólares, ya que el CUC desaparece pero Cuba ha abierto tiendas de pago en moneda extranjera, básicamente en dólares estadounidenses, buscando recabar moneda fuerte
Desde octubre de 2019 el gobierno cubano adaptó algunas de las tiendas que vendían en CUC para la venta en 'moneda extranjera', básicamente en dólares estadounidenses. A diferencia de las tiendas en CUC, estas están mucho mejor surtidas y se puede comprar en ellas alimentos y electrodomésticos, pagando a través de un tipo de tarjeta bancaria creada para este fin por el gobierno.
Estas nuevas tiendas han incrementado la demanda del dólar estadounidense, que hasta hace poco estaba penalizado en la Isla con un porcentaje inferior al cambio oficial, y ahora, ante la necesidad de Cuba de obtenerlo, no suele estar disponible en las Casas de cambio y se está comercializando en el mercado negro, por encima de su valor oficial: sobre los 1.50 CUC.
Esta escasez de dólares complica su obtención para las familias cubanas, ya que cuando reciben las remesas, hasta ahora se les entregaba el dinero en CUC. La única forma de tenerlos es que desde el exterior se haga un ingreso en dólares a esas tarjetas creadas por el gobierno cubano, o que las personas que viajan traigan la moneda a la isla.
Hasta la fecha, en Cuba si bien los ciudadanos cambiaban el CUC o el dólar a 24 pesos cubanos, las empresas estatales lo hacían a 1x1, con todos los beneficios y desventajas que ello conlleva.
Esto hasta el momento era una forma de subsidio a empresas estatales, ya que cuando el ciudadano común pagaba por algo 20 CUC (paritario del dólar), las empresas lo pagaban a 20 pesos cubanos, lo cual no llega a ser ni siquiera un dólar.
Las empresas estatales son el 80% de la economía del país y esas tasas preferenciales causan una gran distorsión económica que impide hacer un cálculo real de la actividad empresarial, pues por un lado mantienen a flote a empresas improductivas y que no serían rentables de otra manera mientras por otro, perjudica seriamente a otras, como las exportadoras, que a pesar de que ingresan en dólares, esos dólares tienen el mismo valor que los pesos cubanos.
En este ámbito, la medida era totalmente necesaria, aunque expertos temen que a mediano plazo implique el cierre de varias empresas, generando desempleo, por lo cual la tarea pendiente es estimular el sector privado.
Entre los principales impactos que se prevén con esta medida está el incremento de los costes de los bienes básicos dada la modificación de los precios tanto minoristas como mayoristas. Este aumento también se hace eco en el mercado informal, que en Cuba es de vital importancia.
Ante este panorama, se espera que aumenten los salarios de trabajadores estatales, que son más del 70% de la fuerza laboral del país. Esto va a conllevar que los pagos del sector privado tengan que mantenerse atractivos y por tanto deban subir también.
Según explicó en televisión Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente que implementa las reformas, una vez ocurrida la eliminación del CUC la población tendrá tiempo suficiente, se espera que no menos de seis meses, para cambiar los montos de CUC por pesos, o podrá agotarlos mediante compras en el mercado, ya que, las tiendas recogerán ese efectivo en las compras y devolverán los cambios en CUP, algo que ya se está implementando.
También se anunció una reducción de la carga tributaria de los negocios privados como parte “de una estrategia para mantener dentro de un margen manejable el incremento de los precios producto de la devaluación”, según un informe de la agencia consultora AUGE, radicada en Cuba.
Al final de su intervención televisada de este jueves, Díaz-Canel recalcó que serían "receptivos a los criterios de la población" y que "están creadas las condiciones que permiten asegurar que nadie quedará desamparado".
Este es el principal temor de todos los cubanos. Y el propio gobierno también lo ve venir. Es por eso que ha dado luz verde a los gobiernos locales para llegar a acuerdos con el sector privado para intentar controlar la subida de los precios.
Los anuncios del inminente ordenamiento monetario en Cuba han generado preocupación entre los cubanos ante la inflación que esta decisión traerá consigo y que parece inminente. Desde antes de que se anunciara la medida, el desabastecimiento y la incertidumbre ya han disparado los precios en el mercado negro, en medio de una guerra del gobierno contra la especulación y los llamados 'acaparadores', 'coleros' y demás figuras surgidas de un entorno de profunda escasez.
“La tarea no está exenta de riesgos, uno de los principales es que se produzca una inflación superior a la diseñada, agudizada por el actual déficit de oferta”, dijo Díaz Canel, y aseguró que no se permitirán los precios abusivos, pues se enfrentarán con severas sanciones y medidas de contención.
Al problema de la inflación podría sumarse, además, el problema del desempleo, generado por el quiebre de empresas que hasta ahora eran subsidiadas por la disparidad cambiaria.